La nueva vecina, una colegiala morocha de rulos, aceptará la invitación a su casa. Linda vecina llega de la escuela, y mientras habla por teléfono es abordada por el nuevo inquilino que, en cuanto la vio, quería cojerla. Un poco de habla y acepta ir con el a la casa donde en la cama no tarda en que abra las piernas y empezar a sentir el sabor de la conchita jovencita.
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