Le enseñará a defenderse pero no a esquivar el bulto que tiene reservado para ella. El instructor de defensa personal la observa cuando tiras las patadas, el short azul le marca la cola y vagina. Esto lo va haciendo calentar, poco a poco transpira hasta que pide un descanso. Y es allí, en el sofá, donde comienza a masajearle el culo, bajando esos ajustados pantalones asomando el ojete de esta culona que se ha puesto una tanga espectacular.
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