Educada hasta para pedir un polvo es la joven pianista cara de virgen y mimosa. Pero que no te engañe ese rostro de nena tímida, ya que es una mimosa provocadora que atenta cuanto hombre encuentra, y hoy, con mirada de súplica pedirá al profesor que se la meta hasta el fondo. Enseguida sus tetas queda al descubierto, entre las piernas mete manos esquivando la tanga y el portaligas, que la muy trola se ha puesto buscando un anal. Innapropiate Piano Lesson.
Deja una Respuesta