Si me dejás la concha cansada te apruebo. Aprendan profesoras, así se enseña. Toda una maestra de las mamadas resultó ser la seño de matemáticas, quien al ver que el jóven no podía realizar una simple cuenta decidió pedirle una buena cojida a cambio de aprobarlo. En fin, es rubia, tiene buen cuerpo, y tiene una concha apretada y depiladita. Y nada le costó gozar como si fuera una joven al sentir el duro pene en su interior. Sara Jay.
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