Tras las rejas le pide ver esa dura y larga poronga porque quiere comerle el chorizo. Muy sexy esta mujer enjaulada, que estando detenida viste con lencería sensual y portaligas. Llama a un caballero que la mira con encanto, y le pide el pene para mamarlo ya que está caliente. Tras unos minutos de mamada se gana una pequeña libertad, saliendo de la cárcel la sube sobre el escritorio para cojerla con mayor comodidad. La muy zorra no se queda quieta, necesita pija para calmar sus deseos. Anna Polina.
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