Le costó convercerla pero al final se coje a la colegiala de concha carnosa y blanca. La confiada alumna acepta ir a la casa del pervertido profesor que siempre quiso cojer a esta regordeta sexy. Mira atónita mientras él comienza a tocarle los pechos, pero sabemos que, ellas comienzan a excitarse, y si no se niegan, quiere decir que están dispuestas a cojer, momento en que el profe pudo dar rienda suelta a sus deseos.
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