Superada por la incógnita de un anal la esposa le dice que irá a un especialista. Tras una charla con el marido, en que le explica no estar preparada para un anal, y ante mostrarse tan preocupada, accede a que otro le rompa el culo por primera vez. La rubia se puso el portaligas y fue a ser atendida. Cuestión que el pelados e hace la América metiendo dedos en el virgen ano de la madura, quien comienza a sentir, como es tener cosas duras en el ojete.
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