Que sea madre no quiere decir que no le gusta cojer como a toda mujer madura. Se prueba la ropa delante del esposo, quien se va excitando a medida que mas la observa. Medias altas, tanga en el ojete, un corset, todo lo lleva a mirarla con deseo, por supuesto, ella enseguida se da cuenta, y se acerca para unos mimos, que inmediatamente se convierten en sexo oral para verla en cuatro recibiendo los pijazos desde atrás haciendo que las tetas de la ama de casa no se queden quietas.
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