Con la pija en la mano el abuelo espía a la vecina jugando con un vibrador. El plaga sabe que esa chica vive masturbándose, cada tarde va a espiarla, pero hoy se anima a golpearle la ventana y ofrecerle su pija para que se entretenga. La hermosa pelirroja de lindas tetas es suave, piel blanca, delicada, que se anima a probar la arruga pija del anciano que, con su lengua comienza a demostrar la experiencia.
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