Con los grandes pechos al aire se da con el consolador por suerte llegan los hermanastros. Oportunos la ven por la ventana, sin medir consecuencias van directo a cojerla. Uno le tapa los ojos otro toma el consolador y le sigue dando por la concha. Es tal la calentura de la tetona que los deja seguir, y comienza la enfiestada con uno dando de fuertes pijazos y el otro a pura mamada, hasta que al mismo tiempo le acaban en los pechos.
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